El Gobierno francés sigue sumido en una crisis política y su reforma de pensiones sigue siendo rechazada al mismo tiempo que crecen los conflictos por aumentos salariales. Este martes 6 de junio se realiza en Francia una nueva jornada nacional de lucha a pesar de la política de las direcciones de volver a la "normalidad".
Ante las requisas puestas en marcha por el Estado para romper la huelga de las refinerías de la plataforma petrolera de Normandía, los trabajadores y la juventud responden con solidaridad. Este viernes, cientos de huelguistas y simpatizantes hicieron retroceder a la policía y reanudaron el piquete. Luego se votó en asamblea la prórroga de la huelga.
Según una encuesta de Harris Interactive realizada tras el anuncio del decreto de Macron para pasar la reforma jubilatoria el 71% de la población está a favor de la renuncia del Gobierno. Una cifra que confirma el alcance de la crisis política en la que se encuentra el macronismo, y las posibilidades que se abren en esta nueva etapa para el movimiento de lucha.
La ley que impondría un "servicio mínimo" busca frenar la oleada de huelgas frente al aumento de costo de vida, que incluye a sectores estratégicos de trabajadores.