La conferencia de este lunes López Obrador nuevamente resaltó los avances del Tren Maya, al que calificó de "progreso con justicia", lo cual contrasta con la situación de la selva y los defensores del medio ambiente.
Este lunes, el gobierno de López Obrador volvió a resaltar los avances del megaproyecto del Tren Maya. Por un lado, Diego Prieto, director del INAH, negó un colapso en el cenote Dama Blanca, el cual es uno de los más emblemáticos de la zona y al cual diversos activistas habían denunciado que se pretendía tapar su entrada.
Asimismo, Ariadna Montiel, secretaria de Bienestar, destacó que cerca de 44,700 empleos serán dados a jóvenes beneficiarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro con la construcción del megaproyecto. Jorge Nuño, secretario de Comuniaciones, y la SEDENA, ambas resaltaron los avances de proyectos en Cancún, como el hotel Chichén Itzá, el cual estará a cargo de la segunda dependencia. Esto también fue celebrado por la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama.
Por su parte, López Obrador anunció que se pretende terminar el megaproyecto en diciembre del presente año, mientras que el primer tren se prevé que arribe el próximo 8 de julio, según información brindada a presidencia por parte de las empresas privadas concesionarias. Remató diciendo que "es progreso con justicia, crecimiento con bienestar".
Esta situación, por otro lado, contrasta con la sistemática persecución a los defensores del medio ambiente en nuestro país, quienes son víctimas del crimen organizado por defender sus tierras y el ecosistema. Si bien López Obrador afirmó que se hace el Tren Maya con “el respaldo del pueblo” y que “si no, nos pararían la obra y no se podría hacer en el tiempo que se está construyendo”, ello tiene un carácter dudoso toda vez que la Guardia Nacional se encarga de vigilar fuertemente la construcción del Tren Maya.
Ya hemos visto que la GN se encarga de reprimir el descontento social y garantizar el "progreso" de los megaproyectos presidenciales, como sucedió ya en la refinería de Dos Bocas (Tabasco), en la que la GN reprimió a los obreros que protestaban contra su situación de precariedad laboral.
Asimismo, como ya han destacado varios activistas y defensores ambientales, el megaproyecto del Tren Maya trajo consigo la deforestación de la selva y la eliminación de amplios tramos de vegetación.
Por estas razones es que es importante la independencia de los trabajadores, comunidades originarias y el pueblo pobre del gobiero y de la derecha neoliberal, quienes defienden un proyecto ecocida que no corresponde con las necesidades de las mayorías que movemos a este país, sino que va en función del "progreso" de los empresarios y su sed de ganancia, la cual obtienen con nuestro sudor.