Tras su ingreso confirmado a la coalición de Juntos por el Cambio, este viernes Espert realizó una conferencia de prensa junto a Gerardo Morales y otros dirigentes, con la ausencia de algún representante del ala bullrichista. El economista ultra liberal, defensor de la mano dura y de la represión a la protesta social, propuso durante la conferencia una reforma laboral regresiva, junto al cierre de empresas y dependencias estatales. La incorporación de Schiaretti se mantiene en suspenso mientras continúan los cruces al interior de PRO por su ingreso o rechazo.
Viernes 9 de junio | Edición del día
En una semana donde la interna de Juntos por el Cambio (JxC) y el PRO llegaron a uno de sus niveles más intensos, los principales dirigentes de la coalición derechista parecen haber acordado al menos una leve calma de esa tensión. Cerrado el acuerdo, puertas adentro el martes por la noche, el jueves José Luis Espert publicó dos fotos: una con Patricia Bullrich y otra con Horacio Rodriguez Larreta.
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Sellaba así la discusión acerca de su ingreso o no a JxC, que venía siendo resistido por el ala dura del PRO, según decía, debido a unos tuits de Espert cercanos en el tiempo donde vinculaba a Macri con la corrupción. Aunque más concretamente, por la alta probabilidad de que con su precandidatura le robe una porción de votos a Bullrich.
Mientras las dos alas del PRO continúan la rosca alrededor de la incorporación o no de Juan Schiaretti, la bienvenida de Espert fue oficializada con una conferencia de prensa en la mañana de este viernes en Recoleta, con la presencia de Gerardo Morales (UCR), Eduardo Machiavelli (PRO-Larreta), Maximiliano Ferraro (CC) y Miguel Ángel Pichetto (ERF).
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En sus intervenciones, los dirigentes de JxC hicieron demagogia por la situación de crisis actual, hablaron de unidad y saludaron la llegada de Espert. Morales aprovechó la ocasión para insistir con la necesidad de "ampliar" para garantizar una eventual "mayor gobernabilidad". A pesar de la pausa momentánea en el affaire Schiaretti, los cruces entre las alas del PRO continúan. Mientras que Bullrich dijo que ese tema no se discute más, Larreta les pide justificaciones públicas tanto a ella como a Macri por su negativa, y repite la necesidad de "seguir sumando".
Durante su intervención, Espert agradeció por la "ampliación" de la coalición opositora y aprovechó para lanzar algunas de sus clásicas propuestas del manual derechista para ajustar a las mayorías trabajadoras. Entre ellas habló de un "Estado de tamaño más razonable" para bajar el déficit. Es decir, un avance en la privatización de empresas públicas y el despido de trabajadores estatales.
Se refirió también a una "coincidencia" vigente en el conjunto de Juntos por el Cambio (en la que no hay internas) y que es necesario aprovechar para "avanzar" el proyecto derechista del país. Hablaba de la siempre presente en las recetas liberales, "reforma laboral", para que "los empresarios tengan ganas de emplear gente". Espert habla en realidad de una contrarreforma que barra con derechos y conquistas que mantiene la clase trabajadora, con el fin de bajar los costos patronales para que "tengan más ganas de emplear".
Además de su política antiobrera al servicio de las grandes patronales y el sector financiero, Espert es un desvergonzado defensor de la mano dura para el pequeño delito y un demandante incansable de la represión y la "cárcel o bala" para quienes participan de protestas sociales y de trabajadores.
Con el capítulo sobre el ingreso de Espert cerrado, sigue abierto el de la incorporación del Cordobés Schiaretti, impulsada por el ala Larreta-Morales. Según dejaron trascender desde ese ala del PRO, la presión para su incorporación continuaría pero para que en todo caso se concrete después de las PASO.
