Se trata de la versión monodosis de la Sputnik V, que está basada en adenovirus humanos. Fue creada fundamentalmente para la venta al mercado externo ruso.
Esta versión de una sola dosis de la vacuna, también fue creada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya.
Según diversos medios internacionales, el director del Centro Gamaleya -Kiril Dmítriev-, es el que anunció días atrás que la idea del Gobierno de Putin es destinar esta futura producción de la vacuna, ahora de una dosis, también a países con focos importantes de la epidemia.
No se indicó todavía si ya tienen planificado un determinado número a producir, ni el tiempo que insumirá.
El anuncio hasta ahora, solo es del registro que está en condiciones de hacer el Ministerio de Salud de Rusia, ya que recibió los documentos que acreditan que esta versión "light" de la Sputnik V, ya pasó las 3 fases necesarias de prueba y en consecuencia puede proceder a su registro.
El Gobierno de Putín, tampoco aclaró si también realizará acuerdos con China para la producción, como hizo con las dos dosis de dicha vacuna.
Con esos acuerdos, la farmacéutica del gigante asiático, Shenzhen Yuanxing Gene-tech producirá 60 millones de dosis de la Sputnik-V. Con esas dosis se puede vacunar a 30 millones de personas.
El gran problema, que ahora hasta la ONU viene alertando es que a las vacunas (ya sea esta Sputnik V, la de Pfizer, Sinopharm, Moderna, etc.), los países dependientes y atrasados las pueden adquirir por cuenta gotas, mientras que los más ricos son compradores privilegiados. Esto, además del hecho de que los laboratorios se comprometieron a determinadas cantidades de producción que en muchos casos no están cumpliendo, pese a que muchos de esos Estados les otorgaron subsidios.
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Por eso cobra importancia la exigencia de liberar las patentes y nacionalizar las industrias farmacéuticas para que se pueda producir las vacunas necesarias para el conjunto de las poblaciones.
En Argentina, de hecho, mientras el Gobierno de Alberto Fernández se excusa en la falta de entrega de las vacunas suficientes, se niega a tomar alguna medida en ese sentido en favor de la población. Como por ejemplo, declarar de utilidad pública laboratorios que producen los principios activos para la vacuna.
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