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Red Internacional

A pesar de las restricciones por altos índices de contagios de Covid-19, ante la prohibición del aborto por malformaciones el pasado jueves 22 de octubre, las polacas respondieron, rápidamente, manifestándose en diferentes ciudades de Polonia e incidiendo en la manifestación multitudinaria en días posteriores. ¡Hoy se van a huelga!

Hoy, las mujeres polacas estallaron en huelga en escuelas, universidades y centros de trabajo como medida contra la política reaccionaria en Polonia por la restricción al derecho al aborto, en el país centroeuropeo bastión del catolicismo y conservadurismo.

El Tribunal Supremo prohibió la tercera causal, el jueves 22 de octubre, restringiendo en lo legal que las mujeres no puedan decidir sobre sus vidas ni sus cuerpos en caso de que el feto tenga una grave e irreversible discapacidad, aunque sea muy probable que muera después de nacer por las propias complicaciones de estos casos.

En días pasados, ante las manifestaciones de grandes sectores de mujeres y trabajadores contra el fallo de la Corte Suprema sobre la prohibición casi total del aborto, el gobierno de Andrzej Duda respondió con gas lacrimógeno hacia colectivos feministas y diversos sectores de trabajadores, con más de 70 detenciones arbitrarias y 101 procesos abiertos en la fiscalía.

Esto generó más rabia e indignación entre los sectores de vanguardia del país polaco; de tal forma que, durante días, miles salieron a manifestarse contra el fallo y el uso de las fuerzas represivas del Estado, desafiando las estrictas restricciones por la pandemia mundial.

Prohibición casi total de los abortos legales

Esta decisión de la corte suprema se centra en la decisión del partido líder gobernante, PiS, cuyo representante es Jaroslaw Kaczynski, uno de los políticos más poderosos del país quien, además, usa discursos de odio contra las mujeres en protesta, desde su posición como viceprimer ministro.

Cabe señalar que, también, es el encargado de las fuerzas represivas como la policía y los servicios de seguridad; dando pauta a la violencia hacia las manifestantes al destacar que “quieren destruir Polonia” e invitó a sus simpatizantes a que “ayuden a controlar estas personas”.

El gobierno en turno impone una prohibición casi total sobre la interrupción del embarazo, este jueves pasado avanzó con la causal más usada por las mujeres que todavía les eran permitidas, negando el derecho a decidir en caso de que el feto tenga una grave e irreversible discapacidad.

Tal parece que, para el gobierno de Polonia, no basta que las mujeres encuentren otras formas de terminar los embarazos no deseados, con formas mucho más peligrosas y dolorosas, sino que, encima, criminaliza sus protestas y expone a las personas al contagio y su posible muerte.

Multitudinarias protestas en Polonia por el derecho al aborto: "Vamos a la huelga de mujeres"

Las manifestantes respondieron a estos actos represivos con el estallamiento a huelga en universidades y centros de trabajo, pues es contradictorio que el gobierno use la legalización de leyes contra el derecho a decidir de las mujeres en favor de sectores ultra conservadores y la Iglesia católica, sin que se escuche la voz de las mujeres jóvenes y trabajadoras.

Lo que está legalizando el gobierno de ultraderecha en Polonia es la tortura al parir sólo para que las mujeres vean a sus hijos cómo mueren poco a poco, por las implicaciones propias que conlleva una deformación grave. Esto puede localizarse y evitarse desde que es un feto.

Y es que el gobierno de Polonia se oculta detrás de la constitución, conservadora y pro-religiosa, para vulnerar los derechos humanos de las mujeres cuyo derecho a decidir es indispensable para mantener una vida digna.

Desde Pan y Rosas sabemos que nuestros derechos se debaten en los tribunales o en los congresos, pero estamos convencidas que los conquistamos en las calles con nuestra lucha. Porque cada uno de los pasos que las mujeres dimos en las calles, nunca, pero nunca, serán pasos perdidos, son pasos para pelear por los derechos elementales que nos niegan para perpetuar nuestra opresión, son pasos para que retumben los nombres de las trabajadoras y jóvenes que han muerto por abortos clandestinos e insalubres.

A nosotras el pasado 28S, el gobierno de MORENA nos intentó acallar con represión en la movilización que convocamos en la Ciudad de México; así que, el ejemplo de nuestras compañeras polacas nos muestra que, a pesar de las restricciones del COVID-19 ante el avance de la derecha junto a sectores conservadores, nosotras respondemos como una gran fuerza organizada con las trabajadoras y juventud al frente.

Por eso, depende cada vez más de nuestra organización independiente y movilización en las calles, de nuestra disposición a una lucha sin cuartel para imponer la aprobación de la legalización del aborto de la mano de una educación sexual integral y salud pública.


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