Este miércoles fuerzas de seguridad mexicanas interceptaron a unos 500 migrantes centroamericanos cerca de la frontera con Guatemala.
Este fuerte operativo, en el que participaron el Instituto Nacional Migratorio (INM), el ejército y la policía federal, se dio mientras representantes del gobierno mexicano y estadounidense se reunían en Washington con el objetivo de llegar a un acuerdo que evitará imposición de aranceles del 5% a productos mexicanos en Estados Unidos anunciado por Trump. No es casualidad.
Algunos migrantes fueron llevados de manera violenta, como es costumbre, a la Estación Migratoria Siglo XXI, otros escaparon a través de las montañas, mientras otros regresaron sin más remedio.
Cínicamente el portavoz del INM declaró que “El operativo tenía la intención de invitar al multitudinario grupo a regularizar su situación en el país, revisar sus documentos y, así, obtener el paso a través de México”, la verdad es que es una muestra explícita del servilismo de la Cuarta Transformación.
Esto también sucede en el marco de las disputas comerciales que está tomando Trump como estrategia para lograr sus objetivos políticos y económicos, y que ahora se utiliza para presionar a México.
Esta reacción del gobierno mexicano refleja el sometimiento de la administración de López Obrador a la voluntad de su vecino del norte, pues no duda en reprimir violentamente migrantes para obtener la aprobación de éste.
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