El pasado 14 de julio en Monterrey, Nuevo León, diversas organizaciones feministas exhortaron al Congreso de Nuevo León a votar en contra la ley que pretende “defender” la vida desde el momento de concepción, y hasta la muerte natural.
PRI-PAN contra los derechos de las mujeres
El Partido Acción Nacional (PAN) en Nuevo León (NL) presentó una iniciativa de reforma al artículo 1º de la constitución estatal, que busca garantizar el derecho a la vida desde la fecundación y hasta la muerte natural. Dicha reforma fue avalada en la primera ronda de la votación, el pasado 7 de julio y se volverá a votar para su constitucionalización.
El contenido de la reforma que ha propuesto el PAN en NL contradice los derechos conquistados por las mujeres, por lo que su aprobación anularía derechos fundamentales que la constitución reconoce para las mujeres de este estado.
La reforma propuesta por el PAN, anularía el derecho a la maternidad voluntaria que permite a las mujeres decidir libremente sobre el número de hijas e hijos que se desee tener, así como el derecho de acceder a servicios de salud reproductiva y sexual. Además, dicha ley pretende prohibir cualquier motivo o causa para abortar, incluso tratándose de los abortos imprudenciales o por violación.
Esta reforma respecto al aborto en NL tiene su antecedente enmayo de 2014, cuando el PAN, en alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y con el visto bueno de la Iglesia Católica, intentaron prohibir a las mujeres decidir libremente sobre sus cuerpos. Este “nuevo” intento busca constitucionalizar de una vez dicha reforma, que fue avalada por los legisladores del estado.
Cifras de la mortandad materna y el aborto
En el mundo se practican alrededor de 42 millones de abortos inducidos al año, de los cuales 22 millones son inseguros, a partir de estos últimos 47 mil mujeres mueren cada año a causa de abortos inseguros en países de legalidad restringida. Se estima que una mujer muere cada 11 minutos por la práctica de un aborto inseguro.El aborto clandestino es una de las cuatro principales causas de muerte, al igual que la muerte materna. Se estima que cada año mueren 287 mil mujeres por complicaciones en el embarazo o durante el parto. El 99% de estas mujeres vive en condiciones precarias y en países donde las leyes son más punitivas.
Las causas directas de la mortalidad materna incluyen la eclampsia y preeclampsia, las hemorragias, las infecciones y los abortos inseguros. La mayor parte de las muertes maternas son prevenibles; sin embargo, la mayoría de las mujeres que mueren, provienen de estratos explotados y oprimidos, como trabajadoras terciarizadas, campesinas, mujeres indígenas, afrodescendientes y precarizadas.
Tan sólo en el año 2012 en nuestro país hubo 960 muertes maternas, y en lo que va del 2015 han ocurrido 82 de estos casos, de los cuales una tercera parte corresponde a las jóvenes entre 15 y 24 años de edad. En México se realizan alrededor de un millón de abortos al año, en su mayoría riesgosos por el alto nivel de restricción por parte de las leyes en la mayor parte del país, donde la única causa generalizada por la que se permite abortar es por violación. La tasa de aborto es tan alta debido a que el 55% de los embarazos, no son planeados, es decir un millón 900 mil casos. De estos el 54% termina en aborto inducido; 34% resultan en un nacimiento no planeado y 12% corresponden a abortos espontáneos.
En el estado de Nuevo León se presentan 2 mil 300 egresos hospitalarios ligados a complicaciones en el aborto, de igual forma presentando en la actualidad leyes restrictivas para quienes abortan. Las entidades en donde la legislación es más restrictiva en materia de aborto son Guanajuato, Michoacán y Querétaro, en las que sólo se admiten como causales el aborto imprudencial y la violación, esta última estando permitida en todo México.
Las mujeres por el derecho a decidir
En un acto simbólico el domingo 14 de julio en el centro de Monterrey, mujeres de diferentes organizaciones sociales e independientes en el Frente por el Derecho a Decidir, anunciaron que seguirán con las acciones de protesta hasta que las y los legisladores tomen en cuenta que los derechos de las mujeres no están a discusión.
Las activistas presentaron un pronunciamiento a través del cual manifestaron su preocupación, ya que con esto “lejos de buscar proteger la vida, criminaliza a las mujeres, obstaculiza su acceso a los servicios de salud y se ven amenazados más de 10 derechos humanos fundamentales para que las mujeres vivamos una vida digna, igualitaria, sin violencias, ni discriminación”.
Al igual que en Monterrey, en la Ciudad de México el pasado 16 de julio activistas de la campaña nacional por el Derecho a Decidir se manifestaron frente al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, ubicado sobre la avenida Insurgentes Centro, donde extendieron una manta de 40 metros con la palabra “CENSURADO” además de expresar su pronunciamiento.
Por redes sociales también se ha repudiado el intento de modificación del artículo 1º. Mediante los hashtags #NoReformaArtNL y #DerechoADecidir, cientos de usuarios han condenado la reaccionaria iniciativa y se pronunciaron a favor del respeto a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Las protestas en contra de la reforma están contempladas también en la Ciudad de México, en los edificios partidarios del PRI y PAN.
Leyes pro-aborto y antiaborto en México
En 2007, tras muchos años de lucha de las mujeres, el Distrito Federal se convirtió en la primera entidad en despenalizar la interrupción del embarazo en México. Sin embargo, esta conquista hoy en día tiene una fuerte oposición de sectores conservadores y fundamentalistas, en su mayoría religiosos extremistas.
Después de 2007, se vino una serie de modificaciones a las constituciones estatales conocidas como “Leyes Antiaborto”. En más de 15 estados se recrudecieron las leyes que criminalizan a las mujeres con penas de hasta 35 años de cárcel por interrumpir sus embarazos. Detrás de estas reaccionarias iniciativas está la alianza entre la Iglesia y el Estado mexicano, que ha criminalizado a más de 700 mujeres por abortar.
Mientras en el mundo 470 mil mujeres mueren al año por abortar, los grupos “pro-vida” estallan de furia cuando una mujer aborta, pero que de forma canalla guardan silencio ante las más de 7 mujeres asesinadas al día, las decenas de secuestradas por las redes de trata y los cientos de crímenes de odio que imperan en el México de la “Guerra contra el Narco”.
Es imprescindible que las mujeres, junto al conjunto de las clases pobres y trabajadoras, retomen la consigna del respeto a la elección sobre los cuerpos y la sexualidad, al tiempo que se busque el camino para extinguir todas las formas de intolerancia medieval propias de la Iglesia y los reaccionarios grupos “pro-vida”. Son los sectores desposeídos y oprimidos los que tienen la enorme tarea de romper con la moral sexual de las clases dominantes, que opera como medio para su perpetuación mediante la institución de la familia heteroparental, asegurando así la reproducción de la sociedad divididaen clases.