El Comité Ejecutivo Nacional Democrático (CEND) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) entregó su pliego petitorio al presidente López Obrador. Urge unificar la lucha por nuestras demandas.
Este pliego petitorio también fue entregado a la Secretaría de Educación Pública (SEP), a la Secretaría de Gobernación (Segob) y al ISSSTE. Fue elaborado en el marco del ’Congreso Nacional de Bases’ realizado por dicha corriente sindical y contiene demandas importantes para el gremio magisterial y en materia educativa. Sin embargo, las necesidades del magisterio y de las escuelas van mucho más allá.
El CEND surgió a mediados del 2008. En un principio se asumió como parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) pero en realidad representa una ruptura de ésta y actúa como un organismo paralelo. Aunque también dice buscar la democratización del SNTE, actualmente respalda al gobierno de AMLO que mantiene una alianza con los charros sindicales.
Tiene presencia principalmente en los estados de Quintana Roo, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Guerrero y Michoacán, entre otros.
¿Cuáles son las 8 demandas del pliego petitorio del CEND?
1.- Reinstalación de los maestros cesados por oponerse a la reforma educativa del sexenio de Peña Nieto, pues el presidente López Obrador no ha cumplido su promesa de reinstalar con plenos derechos a todos los maestros que fueron separados de su cargo.
2.- Exigencia de aumento del 50 % al salario: considerando la deuda histórica y el periodo actual de inflación.
3.- Democratización del SNTE.
4.- Seguridad Social: Que se cumplan los derechos de jubilados, pensionados y activos, respecto a su seguridad social, atención médica, créditos hipotecarios y otros.
5.- Fortalecimiento de las Escuelas Normales.
6.- Eliminación de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM).
7.- Resolver las problemáticas de educación inicial y educación especial.
8.- Resolver las incidencias laborales y administrativas en el país.
¿Qué hace falta?
Desde nuestra visión como docentes de la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase consideramos que, más que pedirle al gobierno, el magisterio nacional debe unirse para luchar por un aumento salarial superior a la inflación, que se incremente automáticamente de acuerdo a la misma, hasta alcanzar como mínimo para cubrir el costo de la canasta familiar.
Con respecto a la democracia sindical, la reforma laboral del gobierno de la 4T, aprobada en 2019, estableció la obligación de los sindicatos de elegir a sus dirigentes mediante el “voto universal, directo y secreto”. Sin embargo, al quedar en manos de la burocracia sindical este proceso, que impuso requisitos para obstaculizar la postulación a los puestos dirigentes de las y los maestros democráticos o de base, así como depender de la tutela del Estado, que quiere mantener controlado al magisterio, está sirviendo para que se legitime el charrismo sindical en la mayoría de las secciones.
De lo que podemos concluir que una verdadera democracia sindical solo podrá lograrse con la organización y movilización desde abajo de las y los trabajadores, con independencia del gobierno, de las instituciones del régimen y de todas las alas del charrismo sindical. Distinto a lo que proponen corrientes como el CEND, que llevan a confiar en estos procesos y en el gobierno.
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Con respecto a la seguridad social, la pandemia demostró la necesidad urgente de mejorar los servicios de salud pública, pues la falta de personal y de insumos médicos provocó miles de muertes. Aunque el gobierno aseguró que estamos en el camino de contar con un sistema de salud como el de Dinamarca, las y los trabajadores de la educación -como los de otros sectores- tenemos que seguir esperando durante semanas o meses y hacer largas colas por una cita, además de padecer la falta de medicamentos, así como de atención adecuada y oportuna, mientras que se siguen mermando las condiciones laborales de los trabajadores de la salud.
En esto también se expresa el problema del pago de pensiones del ISSSTE en UMAs en lugar de salarios mínimos, lo que reduce significativamente los ingresos de las maestras y maestros jubilados. Lo cual plantea la necesidad de luchar en defensa de la seguridad social, por el derecho a la salud y la recuperación de un verdadero sistema de pensiones solidario e intergeneracional, en lugar de las Afore manejadas por los bancos, lo que no piensa cambiar el gobierno.
En cuanto a las escuelas normales, el drástico recorte a su presupuesto pone en riesgo su viabilidad, tanto como la negación de plazas automáticas y basificables para sus egresadxs.
A la par, continúa la represión contra las y los normalistas que defienden sus escuelas, que llevó a la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa o al asesinato de Beatriz Rojas, estudiante de la Normal Rural Benito Juárez de Tlaxcala, a manos de la policía; además de tortura sexual y encarcelamientos, crímenes de Estado que siguen impunes.
En tanto que, para los docentes en servicio, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros, al igual que el Servicio Profesional Docente en tiempos de Peña Nieto, mantiene un régimen laboral de excepción mediante un sistema de evaluación burocrático a través del cual se imponen diferencias salariales entre docentes y se condiciona su promoción para conseguir más horas de trabajo o acceder a puestos superiores.
Ante esto, vemos la necesidad de luchar por la eliminación de la USICAMM y de todos los demás aspectos que se conservan de la reforma educativa neoliberal, para lograr la recuperación de nuestros derechos colectivos de trabajo. Nosotros proponemos que cada trabajador labore únicamente 6 horas al día, 5 días a la semana.
En el gremio docente podríamos usar dos horas para planear las clases, elaborar material didáctico, evaluar y recibir cursos de capacitación y actualización dentro de nuestro horario laboral, utilizando las 4 horas restantes para impartir las clases frente a grupo.
En Nuestra Clase estamos convencidxs de que, para el cumplimiento de estas y otras demandas como la recuperación de la plaza de orientación en las escuelas, del servicio médico y de psicólogos educativos; la construcción de más y mejores escuelas; así como la dotación de alimentos gratuitos y servicio de transporte seguro en las escuelas, podrían conquistarse con la movilización unitaria del magisterio, con independencia del gobierno y los partidos del Congreso, confiando en nuestras propias fuerzas como trabajadores de la educación, en alianza con las madres y padres de familia, con trabajadores de otros sectores y con la lucha de las mujeres y los jóvenes.
Ante las próximas elecciones para renovar la dirigencia del Comité Ejecutivo de la Sección 10, llamamos a las y los docentes de escuelas públicas y privadas, así como a estudiantes normalistas a que se sumen a la asamblea por la democratización del SNTE, para sentar las bases que permitan arrebatárselo a los charros y ponerlo al servicio de las necesidades de todas y todos los trabajadores de la educación.
La reunión se llevará a cabo el viernes, 5 de mayo, a las 11 de la mañana en modalidad híbrida. En la CDMX nos reuniremos en el local del SITUAM, ubicado en Calzada de Tlalpan 1036, Col. Nativitas, Benito Juárez; puedes inscribirte en línea en el siguiente enlace:
¡Organízate con nosotrxs!