La conferencia de este lunes el presidente anunció que se reunió con el enviado de la Casa Blanca para el medio ambiente, John Kerry, a la vez que dijo que haría una gira por el sureste del país con Larry Fink, CEO de la inversionista BlackRock.
Entre las actividades que reveló AMLO este lunes está la reunión con John Kerry, enviado especial de la Casa Blanca para el medio ambiente, para la instalación de plantas solares en Sonora con una inversión de 5 mil millones dólares.
Estamos hablando de una posibilidad de 5 mil millones de dólares. De eso hablamos con el señor Kerry en Sonora para estas plantas de generación de energías solar; hablamos del plan integral y de las bondades para la industria del futuro
Declaró que, aunque no le tocaría ver terminado el proyecto, sí le gustaría iniciarlo. A pesar de ello, las sistemáticas reuniones con legisladores y funcionarios estadounidenses dan cuenta que el accionar del gobierno de AMLO se hace siempre y cuando no conflictúe con los intereses de Estados Unidos en nuestro país.
Nada bueno viene de entablar charlas con políticos imperialistas y ligados a las grandes empresas que financian al bipartidismo del vecino del norte. Como ejemplo tenemos nada menos que el T-MEC, el sucesor del TLCAN reestructurado durante la presidencia del republicano Donald Trump y que ha continuado con el demócrata Joe Biden, ambos teniendo que hacer sus políticas en connivencia con AMLO y cuyas consecuencias de trabajo precarizado y condiciones laborales deplorables las han sufrido las mayorías trabajadoras para mantener las grandes ganancias de los empresarios mexicanos, estadounidenses y canadienses.
Asimismo, López Obrador anunció una gira por el sureste del país, para resaltar la "riqueza arqueológica". No tendría nada de malo de no ser porque lo hará de la mano de Larry Fink, el CEO de la inversionista BlackRock.
BlackRock, además de ser la empresa inversionista más grande del mundo es uno de los fondos buitres que mantiene endeudada a Argentina al ser acreedor del 49% de los capitales privados de la deuda externa. El tamaño de BlackRock es tal que fue el gobierno estadounidense el que pidió, durante la pandemia de coronavirus, préstamos a BlackRock para rescatar empresas, según lo explica este artículo del Wall Street Journal (por si no quedaba clara la relación entre las grandes empresas y el Estado capitalista).
En México, BlackRock ha sido una de las principales inversoras que ha estado horadando a Pemex, ya que, recordemos, los gobiernos neoliberales fueron quienes abrieron la cancha con la reforma energética a que Pemex perdiera el monopolio de los hidrocarburos como una manera de iniciar la privatización de la paraestatal de forma encubierta. Esta situación ha continuado con el gobierno de la 4T, como lo demuestran las diversas gasolineras imperialistas que han ido reemplazando las gasolineras Pemex a lo largo del país: British Petroleum (BP), Shell, Texaco, Total, ExxonMobil, etc.
Negocio redondo. Precisamente ExxonMobil es otra de las compañías en las que BlackRock actúa, siendo su segundo accionista más grande. De igual forma, BlackRock se jacta de que varios de sus "unicornios" (startups) sean hoy grandes empresas líderes en sus ramas, siendo Uber una de ellas. ¿Qué negocios le propondrá AMLO a Larry Fink cuando vea la "riqueza arqueológica" del sureste (en función, por supuesto, del recorrido del Tren Maya)? Es lógico que no podemos adivinar, pero sí podemos intuir que no vendrá nada bueno de ello para los trabajadores y pueblos originarios del país y sí en beneficio de los grandes empresarios.