Con bloqueos y cortes de ruta comenzó a calentarse el invierno francés hacia la huelga general de este martes contra la reforma de pensiones de Macron. A pesar de que las direcciones sindicales convocan a una acción de un solo día, más de la mitad de la población cree que la huelga tiene que seguir más allá del martes. Algunos sectores de trabajadores ya votaron llamar a que la huelga sea renovable más allá del 7 de marzo para derrotar a Macron y sus políticas.
Los primeros bloqueos de camioneros se hacían sentir este lunes en las rutas francesas en vísperas de la que se anticipa como la jornada de paros y manifestaciones más masiva desde que empezaron las protestas contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron.
Los cortes de carreteras se realizaron en centros logísticos y accesos a algunas grandes ciudades desde la noche del domingo provocando en la mañana del lunes atascos en vías de acceso de Lille (norte) o Ruán (noroeste).
Por la tarde se plegaron a los bloqueos trabajadores de refinerías, energía y otros sectores.
En quelques minutes le rond point est à l'arrêt et les travailleurs discutent de la bataille pour les retraites avec les automobilistes et les conducteurs de camion, et sont accueillis par des témoignages de soutien. pic.twitter.com/3pnyjqZgth
— Révolution Permanente (@RevPermanente) March 6, 2023
A partir de las 19.00 horas de este lunes los paros tendrán efectos en los trenes. La compañía estatal de ferrocarriles SNCF ya ha anunciado que anulará mañana el 80 % de los trenes de alta velocidad (TGV) de media y prácticamente todos los otros trenes convencionales de largo recorrido.
En las líneas internacionales, no habrá ningún servicio en el corredor París-Barcelona ni en las líneas entre Francia y Alemania; sólo un tren de ida y vuelta en los enlaces con Italia, y un 20 % de los habituales en las conexiones con Suiza.
Funcionarán dos tercios de los Eurostar con Londres y también dos tercios de los Thalys que van de París a Bruselas, algunos de los cuales luego continúan en dirección de Países Bajos o Alemania.
En los cercanías de París, dependiendo de las líneas, se mantendrán entre un tercio y una quinta parte de los servicios habituales, y en paralelo en el metro de la capital sólo se mantendrá el servicio normal en las dos líneas automáticas, la 1 y la 14.
Por su parte la huelga de controladores acarreará la supresión de una importante cantidad de vuelos en Charles de Gaulle así como en los de Beauvais, Burdeos, Lille, Lyon, Nantes, Marsella, Montpellier, Niza y Toulouse.
En realidad, las primeras movilizaciones para calentar el ambiente comenzaron el viernes en el sector de la energía, con la reducción de la tensión eléctrica en algunas centrales durante el fin de semana.
Se espera que las protestas de mañana y la huelga llamada por las principales centrales sindicales sea la más grande desde que comenzó el movimiento contra la reforma previsional de Macron que pretende llevar la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a los 64.
Todas las encuestas de los últimos meses muestran un rechazo muy mayoritario de la reforma (un 68 %, según un sondeo de Ifop publicado el domingo) y un apoyo a los sindicatos en sus planes para continuar las huelgas más allá del martes (un 56 %, según otro sondeo de Elabe hecho público hoy).
Sin embargo, a pesar de este apoyo masivo, los dirigentes sindicales reiteraron el jueves que su llamado es a paralizar el país solo el 7 de marzo, mientras que por abajo ya hay varios sectores de trabajadores que están presionando para que la huelga se vuelva indefinida, como única manera de derrotar la reforma del Gobierno.
La intersindical, que agrupa a los principales sindicatos como la CFDT y la CGT, insisten en no convocar a una huelga generalizada por tiempo indeterminado. "La intersindical no está en la huelga renovable [indefinida]”, dijo Marylise Léon, secretaria adjunta de la CFDT, en conferencia de prensa.
Por el lado de la CGT, su dirigente Philippe Martínez si bien habló a principios de semana de forma vaga de una "huelga renovable" se encargó de aclarar que no hablaba de una huelga general por tiempo indeterminado sino que la "renovación" puede ser votada con acciones de dos o tres horas por día en distintos gremios.
El discurso de la Intersindical deja en claro la intención de las direcciones sindicales de continuar la estrategia de presión sobre el Senado con acciones aisladas y sin continuidad que ya ha sido derrotada desde el 19 de enero.
Por el contrario, varios sectores, incluidas cinco federaciones de la CGT, desde trabajadores ferroviarios hasta la FNIC (refinerías), pasando por los portuarios, empresas energéticas y vidrieras y ceramistas, la intersindical RATP (transporte metropolitano de París) y todos los sindicatos de la SNCF (ferroviarios), incluida la seccional de ferroviarios de la CFDT, convocan a una huelga renovable a partir del 7 de marzo.
El jueves pasado se realizó en París la segunda reunión de la Red por la huelga general. Un encuentro que mostró las aspiraciones de distintos sectores de trabajadores para paralizar el país y que la huelga se extienda y se haga renovable. Esta Red se formó y se comenzó a reunir tras una columna publicada en la Journal Du Dimanche el 28 de enero, y que fue firmada por 300 sindicalistas, activistas y personalidades que pedían la preparación de huelgas renovables donde sea posible.
Una huelga renovable de este tipo, sería un punto de apoyo importante para el resto del movimiento y mostraría el camino a todo el movimiento obrero. De hecho, los sectores estratégicos tienen un papel fundamental en la extensión de la huelga renovable al resto de los trabajadores: subcontratistas, trabajadores temporales, trabajadores de la logística, industria, pymes.
Como señalan nuestros compañeros y compañeras de Revolution Permanente, para poder extender la huelga al resto de los sectores es necesario "levaltar un programa que vaya más allá del retiro de la reforma de las pensiones. Mientras se avecina un salto en los precios de los alimentos en las próximas semanas, las huelgas salariales se han venido multiplicando en diversos sectores. Allí hay movimientos como el de los recolectores de residuos en Sète, que han decidido hacer una huelga indefinida a partir del 7 de marzo por una jubilación a los 60 años a pleno y aumentos salariales, o como en Transdev Roissy, donde los trabajadores votaron 48 horas de huelga el 7 de marzo por pensiones y un aumento de 300€".
Estas movilizaciones dan testimonio de una aspiración en la base de vincular la batalla por las pensiones y la lucha por los salarios y construir un movimiento que supere el estrecho marco reivindicativo actual y hacer del 7 de marzo el inicio de una huelga general política contra la reforma de Macron y toda su política.
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