"La clase obrera lucha y madura con la conciencia de que su adversario es más fuerte que ella. Así lo observa de continuo en la vida corriente. Tiene el adversario riqueza, poder estatal, todos los medios de presión ideológica y todos los instrumentos de represión." Aclaraba León Trotsky en sus Lecciones de Octubre. Sin embargo Israel (Obrero despedido de la fábrica Dass), frente a las adversidades que el sistema lo hizo vivir, decidió escribir esta carta que nos hizo llegar a La Izquierda Diario y que reproducimos a continuación.
CARTA ABIERTA DE UN OBRERO QUE LEE
Coronel Suárez, 29 de marzo de 2017
Señores
Grupo DASS
Coronel Suárez, Buenos Aires
Señores empresarios:
El 21 de marzo fui echado de la fábrica de calzado, de manera intempestiva y sin causa. Tenía una antigüedad de dos años. Me desempeñaba como operario en la sección de expedición, con el legajo 8893. Mi legajo no registra tardanzas ni faltas injustificadas. Solo se cuentan unos días de reposo que me prescribió el médico por gripe en 2015 e intoxicación en 2016. El gerente de RR. HH. adujo una «reestructuración» y así recibí, en menos de cinco minutos, la última dosis de violencia laboral que le inflige DASS a sus operarios.
En el peor momento de una crisis ocasionada por un gobierno de corte neoliberal que, con el propósito de crear un clima favorable a las inversiones extranjeras, ataca a sus trabajadores con desempleo, caída del salario y flexibilización laboral, ustedes me notifican cesantía. Claro que el mío no es un caso aislado; los despidos se corresponden con una política económica —concertada entre el Gobierno nacional, empresarios locales y poderosas corporaciones multinacionales— que castiga cada día con mayores sufrimientos a millones de seres humanos en el país. Mi despido —a todas luces, injusto y arbitrario— es uno entre tantos otros que se vienen dando en la fábrica, y ha pasado a engrosar la creciente cifra de desempleo a nivel nacional.
Semejante injusticia, que ha arruinado mi economía y le ha arrancado lágrimas a mi mujer, amerita que les dedique una cuantas palabras a ustedes, señores empresarios, expresándoles, con cifras, datos y testimonios reales, mi indignación por el daño que le están causando no solo a los cientos de obreros que en menos de un año han despedido en esta pequeña ciudad, quienes, como yo, ganaban un sueldo por debajo de la canasta básica (según el Indec, la canasta básica total subió a $ 13.323,62 en enero para Capital Federal y GBA), sino también, visto desde una perspectiva más amplia, a este generoso país, que les permite engrosar, con subsidios, blanqueos y otros privilegios, sus capitales sin trabajar.
1. Desempleo, caída de los salarios y flexibilización a nivel nacional.
En 2016 se produjeron, en total, más de 240 mil despidos y suspensiones. A la fecha, según datos del CEPA, se han producido 57 despidos por día. Entre los casos más resonantes se encuentran los 500 despidos de la textil Alpargatas, 380 de la planta gráfica de AGR-Clarín, 300 en las represas santacruceñas Kirchner y Cepernic, 205 en la informática Banghó y 170 en Alpargatas. De acuerdo con el Indec, el desempleo se ubica en el 8,5%; aunque para el Observatorio social de la CTA-A, este ya alcanzó el 10%. De cualquier modo, el sector más afectado es el de la industria, que tuvo una caída del 5% de su actividad el año pasado. Solo los metalúrgicos ya sufrieron 9 mil despidos y 14 mil suspensiones.
El año pasado, el promedio de las paritarias fue del 33%, por debajo de la inflación anual del 41%. Según el análisis de la consultora Ecolatina, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios fue, en promedio, del 6%. Los trabajadores que sufrieron una mayor caída de su salario fueron los de la construcción (11%), los trabajadores textiles (9,6%), los de comercio (8,6%) y los estatales (8%). Para este año, el gobierno nacional pretende que las paritarias se ajusten a su estimación de la inflación del 17%; inflación que, en opinión de varios especialistas, rondaría el 25%. Si bien la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, ya firmó una paritaria con los estatales bonaerenses de UPCN por un 18% en tres cuotas (ATE rechazó el acuerdo), el ministro de trabajo, Jorge Triaca, no la tiene tan fácil: se encuentra en conflicto con los trabajadores bancarios al no homologarles el acuerdo que habían alcanzado con dos de las tres cámaras empresariales, que consistía en un aumento anticipado del 22% para este año, junto a otras compensaciones, y volverse a sentar a negociar en abril. Sin embargo, la paritaria de peso será la de los docentes. La última propuesta de Vidal consistió en reiterar la oferta de un aumento del 19% en tres cuotas, además de exigir que bajen los niveles de ausentismo para incrementar sus salarios. Los maestros, indignados, llamaron a un paro de 48 horas. Denunciaron el rechazo de las autoridades a llamar a una paritaria nacional y su negativa a considerar una suba del 35% (Página12. Recuperado el 29 de marzo de 2017, en: https://www.pagina12.com.ar/28571-de-la-provocacion-a-la-confrontacion).
La modificación de los convenios colectivos de trabajo es uno de los objetivos centrales del gobierno nacional. Estos convenios son los que regulan las relaciones laborales en cada actividad, garantizando los derechos de los empleados. Para el presidente Mauricio Macri, estos derechos son trabas y necesitan ser flexibilizados. Como se sabe, el primer caso de flexibilización en el país fue el acuerdo por el yacimiento Vaca Muerta. Aprovechando la situación crítica que sufre la actividad petrolera por la caída del precio internacional, el gobierno acordó con el gremio de los petroleros de Neuquén quitarles una serie de derechos adquiridos, como las horas pagas de viaje hasta el pozo donde se trabaja, o frenar la actividad por problemáticas climáticas. En estos momentos, el gobierno se encuentra negociando un acuerdo similar en la Cuenca del Golfo San Jorge. Además, se vienen dando pasos importantes en la flexibilización de la actividad de los mecánicos del SMATA, a pesar de que el gremio niegue las negociaciones. (Resumen Latinoamericano. Revista Venceremos. Recuperado el 28 de marzo de 2017 de http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/02/03/argentina-paro-general-despidos-caida-del-salario-y-flexibilizacion-en-cifras/).
A estas alturas, el pueblo está calentando las calles para los paros del 30 de marzo y el 6 de abril. Pues la política económica de Cambiemos, en esencia la misma que hace 41 años impuso la última dictadura (véase Walsh, Rodolfo: «Carta Abierta a la Junta Militar»), amenaza a la clase trabajadora con una «miseria planificada».
2. Síntomas de la recesión en Coronel Suárez.
A mediados del 2016, los miembros de la Cámara de Comercio e Industria de Coronel Suárez se mostraron preocupados por la difícil situación económica que atravesaba el sector, y advirtieron que en la ciudad se observaba una caída del 40% en las ventas, como consecuencia de una pérdida de rentabilidad y una contracción del consumo. En aquella ocasión, el presidente de dicha institución explicó al diario La Nueva que ante los aumentos en las tarifas y en el combustible, los comercios y medianas empresas le tendrían que hacer frente a la pérdida de rentabilidad, sumadas a una contracción en el consumo. También dijo que había una falta liquidez en el mercado, porque el asalariado, que es el que alimenta el sistema de consumo, no tenía plata, ya que sus gastos eran cada vez mayores. Por último, manifestó que los comerciantes tratarían de llegar a fin de año con su actividad, «más allá de los deseos del gobierno nacional de una reactivación para el segundo semestre del año». (La Nueva. Recuperado el 28 de marzo de 2017, en: http://www.lanueva.com/la-region-impresa/864158/preocupacion-en-coronel-suarez-por-la-situacion-del-sector-comercial.html).
Como sabemos, la reactivación económica del segundo semestre nunca se dio. En Coronel Suárez se siguen cerrando comercios y, con los incesantes despidos de la fábrica de zapatillas, no parece que la situación de los comerciantes vaya a mejorar.
3. Violencia laboral en DASS
De un tiempo a esta parte, el miedo cunde entre los obreros de la fábrica de Coronel Suárez: todos temen ser despedidos. El miedo al despido es un miedo que disciplina. Por eso, infundirlo entre los operarios es parte de una estrategia. Es necesario que la comunidad de Coronel Suárez sepa que el recurso del miedo al despido ya fue utilizado por ustedes, señores de DASS, en otra ciudad: Eldorado (Misiones), con resultados funestos para los obreros y sus delegados.
El 22 de mayo de 2014, el delegado gremial de Dass Eldorado SRL, Mario Hernán Sosa, dio a conocer a la sociedad misionera la crítica situación laboral en la que se encontraban sus compañeros después del despido ilegal, en contra de la Constitución Nacional, de 13 delegados gremiales a fines enero. (Misiones Opina. Recuperado el 29 de marzo de 2017, en: http://misionesopina.com.ar/dass-eldorado-srl-la-explotacion-de-los-obrerosas-y-la-ilegalidad-continuan/).
A continuación, enumero algunos de los hechos de violencia laboral perpetrados por DASS en Eldorado, denunciados por Sosa en el sitio web Misiones Opina, que, lamentablemente, se replican en la fábrica de nuestra ciudad: (1) Maltrato psicológico: En Coronel Suárez, mis compañeros pueden dar testimonios de humillaciones que vienen recibiendo de jefes brasileños que los reúnen en torno a las líneas de producción para exigirles que se bañen, que se esfuercen más, porque los argentinos son sucios y ociosos, y fueron los culpables del cierre de ADIDAS años atrás. (2) Productividad: DASS no paga de acuerdo a los niveles de productividad alcanzado por los trabajadores, ni en Eldorado ni acá, porque las metas de producción son demasiado altas. (3) Jornadas de trabajo parados, sin sillas para quienes las necesitan por el tipo de tarea, o para las compañeras embarazadas. (4) DASS hostiga a los operarios para llegar a niveles de productividad extremos; lo que ocasiona, entre otros perjuicios, restricciones para ir al baño con normalidad. (5) Liquidaciones de sueldo con errores siempre a favor de la patronal (valores de aportes de jubilación, cuota sindical, antigüedad, etc.). En la Secretaría de Trabajo de Coronel Suárez, la abogada me confirmó que había varios reclamos contra la empresa por esta clase de «errores».
Como resultado del conflicto en Eldorado, DASS despidió a 30 trabajadores en total, incluidos delegados gremiales, alegando «falta de compromiso por parte de los empleados y la generación de un mal ambiente de trabajo». Los delegados aseguraron, a través de un comunicado de prensa, que los reclamos que derivaron en los despidos no tuvieron que ver con pedidos de aumentos salariales, sino de mejoras en las condiciones laborales de los operarios, como aires acondicionados, agua potable y mejoramiento de la liquidación de haberes mensuales, tratamiento adecuado de la basura tóxica (se practicaba la quema a cielo abierto), y mejoramiento de la sala médica ya que faltaba atención en los turnos tarde y noche. (Misiones Online. Recuperado el 29 de marzo de 2017, en: http://misionesonline.net/2014/02/04/denuncian-despidos-en-la-f-brica-de-zapatillas-dass/). Con semejante conflicto como antecedente, es comprensible que el Delegado General del gremio Socaya aún no se haya animado a denunciar (hasta ahora solo ha intentado cohonestar) los despidos arbitrarios e incesantes de sus compañeros.
En fin, estas son las palabras que le he querido hacer llegar al Grupo DASS, una empresa controlada por capitales brasileños, sin la esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser calumniado, pero fiel al compromiso que asumí en el Perú desde que me hice escritor (ahora exiliado en este país) de dar testimonio en momentos difíciles.
ISRAEL A. CHIRA
DNI 95.345.758
Literato por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Con título extranjero en trámite de convalidación desde hace un año
Una carta que rompe las barreras de llegar solamente a las oficinas de una patronal, una carta que no espera ser publicada en un diario hegemónico de un pueblo, una carta con el fiel compromiso a esa clase que no tiene fronteras, la clase obrera.